Basada en la historia real de Ousman Umar, un niño ghanés que se siente deslumbrado por la tecnología del hombre blanco el día que ve un avión sobrevolando su pequeña aldea rodeada de bosques. Es tal su curiosidad, que se escapa de casa para emprender un largo y peligroso viaje hacia Europa, donde entabla una gran amistad con Mussa. Ambos se adentran en un mundo cruel, regido por las mafias y la dureza del desierto y el mar. Tras recorrer más de 14.000 km, cruzar el Sáhara y saltar al vacío del atlántico, finalmente Ousman llega solo a España, perdiendo a su mejor amigo durante la travesía. Después de vagar meses por la ciudad de Barcelona ocurre algo totalmente inesperado y lleno de bondad: lo adopta una familia catalana.

Hoy en día se dedica a contar su historia por todo el mundo para que no haya más historias como ésta que contar. Se enfrenta día a día a los fantasmas de su pasado para poder mirar al presente.

¿Pero quién es Ousman realmente? Para los ghaneses, uno más que reafirma el viaje de la emigración. Para los occidentales, una fuente de inspiración.

La historia de Ousman es una historia de superación personal que muestra la crueldad y la dureza del camino que hacen los que lo dejan todo para buscar una vida totalmente diferente en un supuesto mundo mejor. La travesía del desierto y del Atlántico donde dejó atrás a innumerables personas que no sobrevivieron, su paso por las fronteras de Libia, Argelia y Marruecos, el engaño de las mafias, la estancia en el CIE (Centro de Internamiento para Extranjeros) y la llegada a Barcelona, nos muestran una realidad que se esconde tras el velo de Occidente.

Como la mayoría de gente, Ousman podría haber muerto en incontables ocasiones. Podría no haber llegado a su destino, o haber llegado y pasar el resto de su vida mendigando en la selva de una ciudad europea; podría haber acabado trabajando para una mafia en Mauritania o confinado en una prisión de Argelia. Mussa, su mejor amigo, murió ahogado en las costas de Mauritania.

Hasta ese preciso momento, la vida de Ousman y Mussa era como la de dos gotas de agua, dos historias paralelas que el caprichoso destino decidió separar. Uno vivió y llegó, mientras que el otro, como muchos otros, no lo consiguió.

Ousman es plenamente consciente de ello, sabe que él es una excepción. Lo ha vivido en sus propias carnes prácticamente más de una década, y es por ello que se siente la persona más afortunada del planeta. Esta sensación, le ha llevado a querer devolverle al mundo lo que a tantos se les quita. Las oportunidades.

Ousman decide exponerse día a día y contar su historia para que no haya más historias como la suya que contar. Acepta diariamente este reto y vive con una dualidad interna difícilmente explicable, llena de miedos, alegrías y adulaciones.